La Luna en la Casa XII

Irvin D.Yalom en su obra "El Día que Nietzsche lloro", atribuia al filosofo, ensayista y escritor las siguientes palabras “Mi soledad no depende de la presencia o ausencia de gente... odio a quien roba mi soledad sin, a cambio, ofrecerme verdadera compañía”, una sentencia cuanto menos sorprendente de alguien que parecía valorar y defender con vehemencia su soledad y que lo que realmente “extrañaba” era la compañía y/o contacto humano, toda una contradicción puesto que el ser humano, el individuo es por encima de otras consideraciones un animal social, no solo gusta del contacto con sus semejantes, sino que depende de esta misma interacción en muchos casos para su propia supervivencia, ¿Como podría explicar la astrología una disposición tan eremita y misántropa, en un individuo netamente comunicativo como era Friedich Nietzsche?
 
 
Incluso un Saturno prominente en una Carta Natal, puede hacernos toparnos con individuos con tendencia natural a la soledad y el aislamiento, auténticos ermitaños, mas como herramienta preventiva que como autentica necesidad, es la prudencia y la inseguridad o el miedo a perder su autoridad y/o control, lo que hace a estos individuos “alejarse”, pero inclusive el individuo Saturnino necesita de la compañía de sus allegados, subalternos o ese escogido y privilegiado grupo de personas en las que deposita su confíanza, pero y en el caso que nos ocupa, ¿De donde nace esa necesidad de aislamiento??
 
 
Esta “patología” encuentra un amplio refrendo en la disposición de la Luna en la Casa XII, ya hemos comentado en anteriores artículos (www.maestroquiron.com/news/el-arquetipo-lunar-selene/), como una Luna mal dispuesta y preeminente puede ser considerada indiciaria de entre otros de enfermedades mentales; la Casa XII para el significador Lunar de una Carta Natal, no es el lugar mas apropiado para que las necesidades emocionales del individuo se puedan expresar mas naturalmente, de hecho es posiblemente una de las peores ubicaciones sino la peor para una Luna Natal.
 
 
Además con el agravante que esta Luna esta contenida en una Casa XII interceptada por el Signo de Sagitario (Llegados a este punto hay que señalar la diferencia entre un Signo Interceptado en una Casa y una Casa Interceptada por un Signo como es el Caso), por lo que la expresión de la naturaleza emocional de este individuo esta gravemente restringida.
La Luna en la Casa XII, hace a los individuos, huraños, desconfiados, inaccesibles, fríos, distantes e impredecibles puesto que rara vez acaban dejando escapar sus emociones, dando una predisposición natural a los problemas mentales y neurológicos de diversa índole, como en el caso de Nietzsche que murió prematuramente con un confuso diagnostico de demencia que aun hoy en día sigue siento motivo de controversia, por el origen de la grave patología que acabo con la vida del gran filosofo Alemán.
 
 
No obstante y a pesar de lo nutrida y vividamente dispuesta que esta la Carta Natal de Friedich Nietzsche por distribución de planetas, signos, casas y aspectos, destacando la excepcional disposición y aspectación de Saturno y Neptuno en la Casa II, hemos de concluir que esa Luna constreñida en la Casa XII, en cuadratura con Venus en la VIII fue de alguna manera determinante en el fatal y trágico desenlace que acabo con la Salud Mental y la Vida del propio filosofo.
 
 
Afortunadamente para nosotros, la quintaesencia de su transgresor, original, fresco y vivido pensamiento ha trascendido al oscuro episodio de su corta vida y prematura muerte, legándonos una impresionante paleta de obras maestras de la filosofía contemporánea.
 
 
Irvin D.Yalom en su obra “El Día que Nietzsche lloro”, atribuida al filosofo, ensayista y escritor las siguientes palabras “ Mi soledad no depende de la presencia o ausencia de gente... odio a quien roba mi soledad sin, a cambio, ofrecerme verdadera compañía”, una sentencia cuanto menos sorprendente de alguien que parecía valorar y defender con vehemencia su soledad y que lo que realmente “extrañaba” era la compañía y/o contacto humano, toda una contradicción puesto que el ser humano, el individuo es por encima de otras consideraciones un animal social, no solo gusta del contacto con sus semejantes, sino que depende de esta misma interacción en muchos casos para su propia supervivencia, como podría explicar la astrología una disposición tan eremita y misántropo en un individuo netamente comunicativo como era Friedich Nietzsche?
Incluso un Saturno prominente en una Carta Natal, puede hacernos toparnos con individuos con tendencia natural a la soledad y el aislamiento, auténticos ermitaños, mas como herramienta preventiva que como autentica necesidad, es la prudencia y la inseguridad o miedo a perder su autoridad y/o control, lo que hace a estos individuos “alejarse”, pero inclusive el individuo Saturnino necesita de la compañía de sus allegado, subalternos, ese escogido grupo de personas en las que solo confía, pero y en el caso que nos ocupa de donde nace esa necesidad de aislamiento??
Esta “patología” encuentra un amplio refrendo en la disposición de la Luna en la Casa XII, ya hemos comentado en anteriores artículos (……….), como una Luna mal dispuesta y preeminente puede ser considerada indiciaria de entre otros, enfermedades mentales, la Casa XII para el significador Lunar de una Carta Natal, no es el lugar mas apropiado, donde las necesidades emocionales del individuo se puedan expresar mas naturalmente de hecho es posiblemente una de las peores ubicaciones sino la peor para una Luna Natal.
Además con el agravante que esta Luna esta contenida en una Casa XII interceptada por el Signo de Sagitario (Llegados a este punto hay que señalar la diferencia entre un Signo Interceptado en una Casa y una Casa Interceptada por un Signo como es el Caso), por lo que la expresión de la naturaleza emocional de este individuo esta gravemente restringida.
La Luna en la Casa XII, hace a los individuos, huraños, desconfiados, inaccesibles, fríos, distantes e impredecibles puesto que rara vez acaban dejando escapar sus emociones, dando una predisposición natural a los problemas mentales y neurológicos de diversa índole, como en el caso de Nietzsche que murió prematuramente con un confuso di agonístico de demencia que aun hoy en día sigue siento motivo de controversia, por el origen de la grave patología que acabo con la vida del gran filosofo alemán.
No obstante y a pesar de lo nutrida y vividamente dispuesta que esta la Carta Natal de Friedich Nietzsche por distribución de planetas, signos, casa y aspectos, destacando la excepcional disposición y expectación de Saturno y Neptuno en la Casa II, hemos de concluir que esa Luna constreñida en la Casa XII, en cuadratura con Venus en la VIII fue de alguna manera determinante en el fatal y trágico desenlace que acabo con la Salud Mental y la Vida del propio filosofo.
Afortunadamente para nosotros, la quintaesencia de su transgresor, original, fresco y vivido pensamiento ha trascendido al oscuro episodio de su corta vida y prematura muerte, legándonos una impresionante paleta de obras maestras de la filosofía contemporánea.