Karma

Mucho se ha conjeturado, divagado y especulado en torno al concepto del Karma y su implicación en nuestra vida terrenal, mas como un ente abstracto de difícil cuantificación y medida, que como un supra elemento que junto con otro buen puñado de energías, forman parte del llamado gobierno de las “Leyes de la Naturaleza”, ya lo comentaba Hermes Trismegisto en su legendario Kybalion, “como es arriba es abajo” o como todo esta comunicado, entrelazado e intercomunicado en nuestras vidas.
 
 
Por tanto siempre hay un cupo de controversia cuando se trata de algo tan abstracto e incuantificable, como a la sazón ocurrió con  los Neutrinos, o  los Gravitones, ahora  la ciencia ha podido demostrar empíricamente la existencia de las ondas gravitacionales, y por ende de los Gravitones, como sucedió en su momento con los Neutrinos; seguramente serán las generaciones venideras harán lo mismo con el teorema del Karma y sus implicaciones en nuestra vida mundana; hasta ese momento tendremos que ejercitas nuestro intelecto como lo hacia el físico Alemán Albert Einstein con grandes dosis de imaginación, ampliando los horizontes de nuestra entelequia y reforzando nuestro razonamiento abstracto.
 
 
Como vengo reiterando siempre que tengo ocasión, la astrología es precisamente una herramienta, de diagnosis basada en el supuesto de la convergencia e interacción de las energías, en este caso planetarias, cuya principal base de fundamento es el concepto u arquetipo, por ello entran múltiples variables en juego a la hora de hacer un pronostico y/o diagnostico con mas o menos éxito y/o acierto.
 
 
Sucede que también tenemos que tener en cuenta, la variable del karma, y en las natividades de algunos individuos este, el Karma, se convierte en toda una pesada carga, de muy difícil manejo y cuantificación, señalando que los principales indicadores del mismo, podemos encontrarlos en las disposición de Saturno, Plutón y sus Nodos (Nodos de Hades o Plutón), así como en los Nodos Lunares y el Vertex, en menor medida la información aportada por la Parte de la Fortuna y  del Espíritu podrá ser complementaria.
 
 
El astrólogo a veces se enfrenta a la diatriba de que independientemente de la técnica o técnicas de prognosis utilizadas y de lo auspicioso de los signos/señales identificados el sujeto o consultante parece soportar el peso de unas circunstancias anómalas, y aquí es conveniente tener en cuenta no solo el libre albedrío, sino también la deposición de los Nodos Lunares (Principalmente) por Casa y Signo, así como el estado cósmico y característica de sus regentes (Regente del Nodos Norte y Sur), de esta forma hallaremos una explicación a los aciagos o afortunados acontecimientos, asociados a la vida de algunos individuos.
No debemos olvidarnos. que existe toda una corriente de estudio en el campo de la astrología, llamada Astrología Karmica, que atribuye a todos los planetas, por signo y casa un componente kamico, relacionado inclusive con vida pasadas, por lo que es muy conveniente echar un vistazo a esas implicaciones karmicas, puesto que en la vida de algunos individuos la pesada carga del karma, obliga a esfuerzos titánicos por purgar y redimirse del mismo.
 
 
Es por ello que el Karma, no solo reviste “gravedad” en el ámbito de la iniciación, alquimia o vida espiritual, sino también en nuestras propias vidas, empujándonos a soportar difíciles pruebas y pesadas cargas, afortunadamente el tiempo todo lo cura, aunque a veces distorsionando el propio tejido de la realidad y la conciencia humana, por lo que de la misma manera que ahora sabemos que la gravedad tiene forma y “peso”, y es algo que podemos medir y cuantificar, el tiempo no permitirá medir y cuantificar la pesada carga del Karma.