Trinidad -Saturno/Quirón/Urano-

Estos tres objetos Astronómicos así como su correspondientes significadores Astrológicos, conforman toda una suerte de Trinidad, en la que Saturno/Cronos ejerce arquetípica y tácitamente como “El Padre”, en concreto y según la mitología ya no solo en sentido figurado si no también tangible, puesto que la tradición considera a Quirón como “El Hijo” del propio Saturno, luego Urano fiel al mito que arquetípicamente le representa -Prometeo-, es El  Espíritu”, el fuego, la chispa de divina ese halito de conocimiento, ciencia y saber que promueve el cambio, la ruptura y la renovación y al que tradicionalmente se le condena por tal atrevimiento.
 
 
De esta breve exposición de las relaciones entre estos tres mitos/dioses nos hablan muy bien los propios “Cielos”, puesto que el conocimiento Astronómico de los tres Arquetipos aquí representados “El Padre” (Saturno) el “El Hijo” (Quirón) “El Espíritu” (Urano) tiene una fiel traducción con el propio planeta Saturno como guardián de los Cielos y el Tiempo, planeta que representa los limites del Yo, y en este caso el que marca la frontera entre los planetas Personales/Sociales y los Transpersonales, luego Urano con su acusado y excéntrico ángulo de inclinación no solo representa en si mismo ese carácter irreverente y visionario si no que se erige como el primero de los planetas Transpersonales, y entre “El Padre” y el “Espíritu”, como no podía ser de otra manera, “El Hijo” -Quirón-, que orbitando el complejo espacio entre Saturno y Urano hace de nexo y vinculo de unión entre las energías de ambos.
 
 
Un maravilloso ejemplo de la representación arquetípica de esta Trinidad, podemos hallarlo en el clasico de Cine Bélico que dirigió Francis Ford Coppola a finales de los años 70, Apocalipsis Now, basada e inspirada en novela homónima de Joseph Conrad, El Corazón de las Tinieblas (The Heart Of Darkness).
 
La película nos propone la historia del joven Capitán de inteligencia Willard -Martín Sheen- al que la guerra ha causado una profunda herida que parece no tener cura y ha supuesto la ruptura con su propia identidad causándole entre otros un divorcio, y haciendo del propio servicio en la guerra una macula de la que parece no poder librarse y creándole irónicamente todo un trastorno de autentica dependencia del propio conflicto bélico.
 
 
Por lo tanto Willard (Quirón), es un hombre herido por la crueldad de la guerra, una herida que parece no tener cura, al que se le asigna la misión de asesinar al excéntrico y condecorado Coronel de los “Boinas Verdes” Kurtz -Marlon Brando-,  un hombre que ha pagado caro el atrevimiento de sugerir nuevos métodos para una guerra diferente, donde las obsoletas estrategias del alto mando son estériles y obsoletas y abocaran al todopoderoso ejercito norteamericano a una de las mas cruentas derrotas de su historia reciente.
 
 
El coronel Kurtz (Urano/Prometeo), supone una ruptura con el modelo tradicional, y ha sido “castrado” y condenado al ostracismo, viéndose prisionero de si mismo y de sus propias decisiones en un remoto y recóndito lugar de la Selva entre Vietnam y Camboya.
 
 
Quien mejor para representar al todopoderoso Ejercito Norteamericano, a un Saturno “Febril” y “Encorajinado” (muy propio de un país cuya Carta Astral Fundacional cuenta con un Saturno prominente en el signo de Libra, sobre su Ascendente) que decide cuales son los limites y el precio a pagar por ellos que el Tte. Coronel de la Caballería Aerotransportada Bill Kilgore magistralmente interpretado por Robert Duvall, un hombre que parece estar por encima del bien y del mal y que solo tiene un objetivo, cumplir su misión acotando los limites y las reglas de la propia contienda.
 
 
Es por lo tanto Kilgore -Saturno- quien permite a Willard -Quirón- remontar el rió con sus helicópteros para que este pueda dar caza a Kurtz -Urano/Prometeo- y liberarlo finalmente de su martirio, al igual que en el mito, donde el propio Quirón quien a cambio de su mortalidad libera a Prometeo de su “condena“, al final de este viaje iniciatico para el propio Willard, acaba encontrando su redención matando a Kurtz, y por lo tanto permitiendo que una parte de El también muera, puesto que ejecutar a Kurtz se convierte mas en un acto de compasión, enfrentado y encontrado por la propia admiración personal que le profesaba.
 
 
Para concluir y como anécdota, las exigencias de este “apocalíptico” rodaje le provocaron un infarto el joven Sheen (37 años), afortunadamente para todos pudo concluir el rodaje de la película, aunque desde aquel momento su propia salud necesito de unas atenciones mas especiales, la clave sobre el Arquetipo aqui representado por el personaje de Willard podemos encontrarla en una pasaje de la película en el que intima con la joven Viuda de un oficial francés, y esta le habla sobre tu capacidad no solo para Matar sino también para Amar, y que debe aprender a integrar ambas, es o no es Quirón en estado puro…???